Hace unos días, un colega me mandaba una relación de emails de agencias de comunicación que, según hipertextual, practican el SPAM para relacionarse con bloggers en español.
La lista, aunque aun es pequeña (¡Uff!) contiene algún insigne del sector que no enlazaré aquí por cierto e inexplicable corporativismo. Seguro que crece, pues es un reflejo de una iniciativa puesta en práctica por una redactora de un relevante blog americano llamado Lifehacker. PR Spammers se llama el invento y en ésta sí que estamos, a mi pesar :(
Precisamente hoy, Eva Sanagustín plantea si se debería crear una Lista Negra de agencias que ‘spamean’ (yo casi dirían ‘spamizan’ porque soy débil de vejiga y enseguida me entran ganas).
Para qué engañarnos: un poco de repelús sí que me dan estas listas.
Por un lado, porque que te incluyan en una lista tiene pinta de ser permanente, para bien o para mal. ¿Alguién ha tenido la suerte de que lo metan en una lista de esas de garitos cool? ¿O de éstas tan de moda dedicadas a morosos y presuntos morosos? Pues eso: que todos tenemos derecho a equivocarnos y el deber de rectificar pero -¡Ay, amigo!-, una vez que estás en La Lista…
Por otro lado, no estoy seguro de quién debe ponerle el cascabel al gato. Resulta inquiteante que una comunidad (vamos a tratar el mundo blogger como un ente porque TODOS sabemos que las honrosas excepciones son tan abundantes como las opiniones que permite Internet), que aboga por la libertad opinativa y de generación de contenidos tenga cierto interés en limitar la forma en la que distintas organizaciones les suministran información.
Quede claro: abomino el spam. Estoy en contra. Lo sufro en silencio.
Pero antes que listas deberíamos pensar en códigos deontológicos para la generación de contenidos. El periodismo acumula centurias de buenas prácticas; de respeto por la verdad; por la veracidad; por el rigor. Unas buenas prácticas que están perdiendo valor empujadas por la rapidez que les exige Internet -y el mundo blog, también-. Antes que buscar enemigos, los bloggers deberíamos diferenciarnos. Diferenciar entre los que respetan la verdad (o cierta dosis de verdad) y los que buscan la rapidez, por encima de cualquier otra cosa. Algo similar creo que ocurre con el periodismo (independientemente del signo político o cultural).
Gracias Jorge por tu post que ayuda sin duda a extender el debate.
Creo que por un lado, las agencias deberían escuchar más allá de bombardear; por otro, los bloggers deberían poder defensarse del continuo impacto no deseado. Hasta que las agencias no comprendan que es posible un entendimiento entre las partes interesadas sin necesidad de spamizar, los bloggers seguirán quejándose en lugar de ayudarlas.
Tienes razón que la palabra ‘lista negra’ suena a ‘enemigo’ pero más bien yo lo tomaría, o quisiera que fuese, una manera de llamar su atención hacia un comportamiento equivocado.
Saludos,
Uuuuu…pánico me entra de vernos retratados en esa lista… Sobre todo porque al final los juicios de quien la haga no dejarán de ser subjetivos, como todo. Tengo la conciencia tranquila porque nosotros hemos pedido expresamente a los bloggers que nos autoricen a recibir emails o que se den de alta en el chorro de feeds rss que quieran de nuestras noticias, pero en el fondo no estamos exentos de que un despiste nos haga mandarle cosas a quien en realidad prefiere no recibirlas.
El lado positivo de esta historia es que, siendo un poco perro y menos corporativo que tú, intuyo que al final saldrán retratados los de siempre; los mismos que desde hace años son criticados sin piedad y con toda la razón por todos los periodistas por molestarles a deshoras con el clásico diálogo de…
– Hola, soy Fulanito, de la agencia Xxxxx, quería saber si has recibido tal nota de prensa…
– Pues no lo sé, recibo cientos de emails al día y seguramente será uno de ellos…
– ¿Y publicarás la noticia que te mando?
– Ni idea, porque además me pillas en pleno cierre…
– Y si la publicas, ¿me enviarás un ejemplar o me llamarás para que yo lo sepa?
– Tuuu, tuuu tuuu, tuuu…
Por ponerle un toque de humor… creo que no hace falta ser blogger para tener como «spammer» a determinadas agencias de comunicación :-D
Yo ya lo dije en su momento en un post insigne llamado «Bloggers Llorones». Primero se pide un trato igual que al de medios tradicionales, pero amigo, parece que además quieren que se les lleve en brazos y se le arrullen las notas de prensa. Y ojo, soy blogger y fui Hipertextual, pero definitivamente hay cosas que escapan de mis razonamientos.
¡Un saludo!
Es que, ¿con quien pensáis que estáis tratando? no se trata de bloggers cualquiera, son de Hipertextual… no violéis su email, que no tienen tiempo para tonterías… ser líderes de opinión, creadores de crítica y gurús de los contenidos no deja tiempo ni ganas para tonterías…